¿Estás pasando o estás por pasar por un proceso de divorcio? Comprendemos tu preocupación y es innegable que en muchas ocasiones el divorcio es la única solución a los conflictos por los que atraviesa una pareja.
En los tiempos en los que vivimos, los modelos de familia tradicionales han cambiado sustancialmente. Los matrimonios ya no son aquello de: “Hasta que la muerte los separe”, pero si hay algo que no ha cambiado en absoluto, eso es el sufrimiento de los niños ante el divorcio de sus padres.
A lo largo de este artículo daremos algunos trucos antes de divorciarse para que puedas llevar a cabo un divorcio desde el respeto y, sobre todo, para que evites al máximo las secuelas que pueden dejar en los niños las ruptura matrimoniales.
¿Cuáles son los mejores trucos para antes y después de divorciarse?
La realidad es que el mejor truco en un proceso de divorcio es dejar de lado los trucos y ser lo más real posible para lograr divorciarse en un ámbito de respeto y cordialidad.
Sin embargo, vamos a darte unos cuantos consejos útiles que te permitirán mantener una relación cordial y un ambiente sano y constructivo antes de divorciarte en España o en cualquier otro país del mundo. Y esto cobra fundamental importancia cuando lo que se va a enfrentar es un divorcio con hijos.
Con el fin de no vivir un calvario sin ninguna necesidad has de tener siempre presente las siguientes recomendaciones:
- Evitar los errores que se cometen fruto del enfrentamiento de la ruptura.
- Primar el interés de los hijos por sobre cualquier otro interés.
- No crear situaciones que provoquen un conflicto innecesario.
- No discutir en caliente porque se pueden decir o hacer cosas de las cuales luego te arrepientes toda la vida.
- Comunicar de manera clara y sincera tus deseos y necesidades.
Los niños no tienen la culpa. Y por lo tanto jamás deben pagar las consecuencias de un divorcio de sus padres. De modo que es trascendental para todos tener en cuenta los siguientes consejos para llevar a cabo antes y después de un divorcio:
- Liberarse de cualquier sentimiento de rencor hacia la ex pareja. Sabemos que no es fácil, pero antes y después de un proceso de divorcio es ideal sanar el alma y las emociones liberándose de sentimientos de odio o de rencor hacia el otro.
- No culpabilizar a la ex pareja. Al fin y al cabo un divorcio es un proceso de dos. Ambos son responsables por igual y ambos han de afrontar sin reproches las consecuencias de las decisiones tomadas.
- Nunca discutir sobre el divorcio frente a los niños. Esto puede hacer sentir culpables a los pequeños y ocasionarles importantes perjuicios en su autoestima y en su equilibrio psicológico.
- Hablar con ellos claramente de los motivos del divorcio. Es algo que los ayudará a comprender que el derecho a la felicidad que tienen sus padres no tienen en absoluto nada que ver con el amor que ambos siguen teniendo por ellos.
- Mucha precaución antes de relacionar a los niños con la nueva familia de alguno de sus padres. Antes de presentarles una nueva pareja es necesario saber si el pequeño está preparado para aceptar esa nueva relación.
- Nunca romper el vínculo con los hijos. Es imperdonable que un divorcio conduzca al alejamiento de los hijos. Ellos no tienen la culpa de los problemas de los padres y el vínculo que los une a los pequeños es para toda la vida.
- Pedir asesoramiento a un buen abogado especializado en divorcios. Esto es fundamental para evitar cometer errores que luego se pagarán caro.
- Actuar de la forma más sincera y madura posible. El respeto por el que fue nuestro cónyuge durante tantos años nunca ha de perderse. Es de adultos actuar con la mayor generosidad posible.
Al fin y al cabo un divorcio es un paso adelante hacia la construcción de un nuevo proyecto de vida y de futuro que os hará más felices a ambos. Ser conscientes de ello y afrontarlo con la mayor cordialidad posible es el mejor “truco” del que podéis disfrutar.