El truco casero que te cuento a continuación te será de mucha utilidad para intentar revivir una planta seca, con muchas probabilidades de éxito.
Nuestras plantas mueren por muchas razones, pero una de las más frecuentes es por falta de agua. El riego es fundamental para que puedan realizar la fotosíntesis y generar su propio alimento. También suele pasarnos que este temor a que se sequen, causa que las reguemos de más.
Has de saber que las plantas soportan mejor la falta de riego que su exceso. Así que ve con mucha precaución a la hora de regar tus plantas.
¿Cómo saber si a una planta le falta agua?
Pues es muy sencillo saber si es tiempo de regar tu planta. ¿Cómo? Introduce un dedo en la tierra y comprueba si está seca. Si lo está, es que es momento de regar.
La peor manera de darte cuenta de que una planta necesitaba riego, es observarla y ver todas sus hojas secas. Llegado a este punto, la desolación es tan grande que nuestro primer impulso (después de llorar) es tirarla a la basura.
¡No lo hagas! Es posible que aún te quede una posibilidad de revivir tus plantas secas
Vamos a ponernos en situación. Te has ido de viaje y has dejado encargado a tu vecino que te riegue las plantas. Tu vecino se ha olvidado y al regresar, te encuentras con un páramo representado por un montón de plantas secas.
No te preocupes, ¡vamos a intentar revivir tus plantas!
Cómo revivir una planta seca, paso a paso
El primer paso es airear la tierra que seguramente está endurecida y compactada. Para ello utiliza un cuchillo, tenedor o cualquier objeto similar que te permita ser insertado en la tierra y revolverla; ten mucha precaución para no romper las raíces. Esto tiene por objetivo el de permitir el paso del agua.
El segundo paso es regar la tierra con abundante agua fría (ni tibia ni caliente). Ve echando el agua poco a poco para que vaya siendo absorbida por la tierra reseca. Detén el riego cuando la tierra esté bien mojada y notes que ya no puede soportar más agua. Déjala descansar dos o tres horas, permitiendo que la misma planta elimine el excedente de agua.
El tercer paso es rociar las hojas con agua valiéndote de un pulverizador. Cualquier objeto capaz de pulverizar sirve, pero ten cuidado que no contenga restos de productos químicos que puedan quemar las hojas.
El cuarto paso es hacer uso de la santa paciencia. La planta necesitará bastante tiempo para rehidratarse e intentar sobrevivir. Si ves que pasan los días y aparece alguna hojita verde, es que tu esfuerzo ha rendido sus frutos. Quita las hojas secas para dar lugar a la nueva vida y sonríe.
Si en cambio, después de una semana, no ves indicios que hayas podido revivir tu planta seca, es momento de decirle adiós. Al menos has realizado todo el esfuerzo posible por salvarla.